12 Abr Una camisa blanca

Una camisa blanca…

Antes que nada, he de confesar que a medida que pasan los años me voy haciendo un pelín más exigente y menos compulsiva a la hora de llenar mi armario. Antes lo quería todo, y si estábamos en rebajas, podía hacerme con una prenda de cada de toda la tienda. El resultado era ropa con etiqueta durante meses y una irresponsabilidad muy grande conmigo misma y con quien me soportaba. A día de hoy, me he hecho más selectiva y me he dado cuenta que quiero prendas especiales y únicas, que no significa que sean caras o inasequibles. Por supuesto sigo loca por las tendencias, y si me las puedo comprar a precio low, pues ¡fantástico! pero dentro de esta nueva Vanessa más madura 😛 , las camisas de este tipo tienen un hueco … ya que no es una más blanca de botones clásica (que también las uso),  tiene que ver más con su forma ingeniosa, su pretención, en definitiva, una prenda capaz de defender ellas solita un atuendo y ni despeinarse 🙂

Por concluir mi descubrimiento, he de decir que después de que me fijo más en ropa que marca la diferencia, escucho más a menudo en el aire el típico «qué mona va siempre esta chica» o a la cara «No me explico como yo no veo nada nunca, y tu siempre encuentras algo». Yo es que estoy ciega, les digo, ellas me encuentran a mí 😛

Esta camisa blanca es de BLANCO y actualmente está en la parte de prendas rebajadas.

Blusa de Blanco

Jeans de H&M

Stilettos y clutch de Zara

Gafas de Cèline

Ellas también piensan como yo…