25 Sep Cuzco, la capital del Imperio Inca
Con mi centro de operaciones en Lima, fue Cuzco – El Valle Sagrado – Aguas Calientes y Puerto Maldonado el primer conjunto de ciudades que hice como mochilera. Exactamente 10 días estuve conociendo estas joyas peruanas entre aviones, trenes y buses, pero hoy quiero centrarme en la impresionante capital del Imperio Inca, la segunda cita, que junto con Machu Picchu, tenía claro desde España que quería visitar.
Cuzco, Cusco o en quechua Qosq’o, me dejó, de entrada, impresionada, no se si para bien o para mal… Al llegar en avión no tuve ese gran choque de altitud (Soroche o mal de altura) que muchas personas sienten cuando viajan en transporte terrestre desde otros puntos de Perú , ya que la ciudad se encuentra en medio de Los Andes a 3.400 m. Seguí las recomendaciones de las guías e internet bebiendo mucha agua, tomando días antes té de coca o masticando sus hojas y descansando en el hostal el primer día para aclimatar mi sistema nervioso, pero a pesar de eso, me faltaba el aire subiendo a mi hostal, y los mareos y ligeras náuseas por algún esfuerzo extra fueron frecuentes.
La primera noche salí únicamente a cenar y el choque cultural me dejó impactada: casi todo el mundo vestido con el atuendo tradicional andino y algunos portando llamas como si fueran perros, por el contrario las preciosas calles estrechas y adoquinadas llenas de perros callejeros abandonados, miles de vendedores ambulantes vendiendo desde caramelos, a sopas, fruta, verdura con telas tiradas en las aceras, iglesias y catedrales majestuosas, chicas coreografiando bailes típicos en las plazas principales, 3º grados a las 19 de la tarde, el idioma de los Andes, el Quechua, cantado en dulces voces que nunca olvidaré, misticismo, un respeto por sus creencias ancestrales sin circos ni exposiciones que se sentía en el ambiente, plantas sagradas, Cristianismo religioso al máximo exponente conviviendo con un muy presente pasado Inca, el imperio precolombino más importante que existió en Sudamérica… Uff!!! vivir todo esto de un vistazo impresiona ¿no creen? luego te vas acostumbrando y hasta lo vez normal, pero de primera se graba en tu recuerdo para siempre, por esto puedo decir que puede que fuera la ciudad que más me marcó del Perú.
Aquí mis recomendaciones:
Dónde dormir…
Depende del dinero que quieras gastarte, yo siempre iba a una habitación individual con baño propio y hasta un día antes o el mismo día de llegada no lo tenía contratado. Mi plan era entrar unas horas antes en booking.com y ver que me ofrecía poniendo «Hostales en…», te suelen destacar ofertas de última hora y en Perú no tienes que hacer pago por adelantado ni poner tu tarjeta. Me recomendaron un albergue que se llamaba LOKI y donde todas las noches había fiesta, pero yo quería mi habita sencilla y preferí el UKUMARI HOSTEL, a tan solo 5 minutos (10′ por el cansancio) del mercado de San Pedro, muy limpio y auténtico. El personal fue súper amable y me dejaron a mitad de precio la noche que tuve que desplazarme de ciudad para dormir en el pueblo de Machu Picchu. Creo que no pagué más de 12€ la noche con desayuno incluído. 😉
Dónde comer…
En mi famosa lista de restaurantes que no perderme, tenía apuntados en Cuzco el Chicha por Gastón Acurio y el clásico Jacks café, pero desde que pisé el mercado de San Pedro a la hora de mediodía, fue inevitable repetir dos días…
Mercado de San Pedro
Aparte de no perderse uno de sus súper jugos de fruta fresca (yo me pedí el especial con leche y cerveza cuzqueña negra) pasear por sus pasillos y sentarte en el primero que encuentres vale muchísimo la pena. Lo menús cuestan menos de 3€ y puedes probar especialidades de la región variadas y ricas. Yo tomé, entre otras delicias, ceviche de pejerrey con ají picante, caldo de gallina y todo tipo de panes, ¡que son una locura!
Mercado Central de San Pedro, Cascaparo, Cusco 08000, Perú. Precio medio del plato de ceviche 3€
Meeting Place Café
El barrio de San Blas es el más bohemio y auténtico de Cuzco… Perderse en sus calles adoquinadas, ver obras de pintores autóctonos, contratar un guía para que te cuente la arquitectura inca al dedillo. ¡Me encantó la plaza!, al igual que esta cafetería internacional con precios internacionales de dos plantas donde merendé carrot cake y casi se puede decir que pasé la tarde, con vistas a su iglesia de San Blas… ¡Llamas everywhere! jijj
Plazoleta San Blas 630, Cusco 08000, Perú. Precio medio de la merienda 7€
Museo del Pisco de Cuzco.
El segundo de la trilogía (el primero en Lima y el tercero está en Arequipa). Fue aquí donde probé por primera vez una de las dos especialidades del altiplano andino que creía que no iba a poder tomar por escrúpulos: una es la alpaca (especie de llama) y otra es el Cuy ( conejillo de indias). Me decanté por los pinchos de Alpaca y reconozco que me gustó, como no, acompañado de patata andina, con salsa de rocoto y el mejor pisco sour de Perú …
Santa Catalina Ancha 398, Cusco 08000, Perú. Precio medio de la cena 20€
Otros lugares para probar en Cuzco…
¡¡¡Pollos asados!!! Está obsesionados con los pollos a la brasa y puedes encontrar en todos lados a un precio de risa (menos de 2€ el plato). Estuve en una pollería que ni siquiera está en las guías y acompañé papas fritas y un buen muslo al carbón con el refresco peruano, orgullo de la nación y más vendida que la coca cola: Inca Kola
Consejos que me sirvieron en Cuzco
– LLegar el primer día y descansar, no hacer esfuerzo, no beber alcohol, dormirse pronto y beber mucha agua es algo esencial para no sufrir Soroche. El mal de altura porque tu organismo no se ha adaptado a la altitud puede arruinarte el viaje (puedes estar en cama con fiebre, delirando y vómitos durante días…). Beber mate de coca, caramelos, masticar la hoja, etc me ayudó a no sufrirlo.
– El mercado de San Pedro y las tiendas aledañas fue donde mejores precios encontré en todo Perú a la hora de comprar artesanía y detalles. Si puedes quítate todos los compromisos o las compras en Cuzco.
– Desde Cuzco puedes contratar tus visitas guiadas hacia El Valle Sagrado y Machu Picchu. Hay muchísimas excursiones que te organizan los trayectos, las entradas a los centros arqueológicos y aunque al principio yo estaba un poco reticente porque te buscan hasta la comida, al final accedí. Comparando precios vale la pena la experiencia y conoces a grupos y personas que también viajan solas, por ejemplo. Cualquier agencia te lo arregla.
– Como no llevaba secador en la mochila, me animé a entrar en las peluquerías locales a lavarme y secarme el pelo al estilo liso andino. ¡Todo un servicio por 2€!
– El jetlag hacía que me levantara al alba. Una de las mejores experiencias que viví fue asistir a una misa en la Catedral (Plaza de Armas) a las 6.30 de la mañana… Los cantos y el sermón fue una auténtica vivencia local para introducirse en la mentalidad de los cusqueños.
La próxima entrega nos llevará a El Valle Sagrado, espero hacerlo muy pronto 🙂
Gracias por la visita y los comentarios <3
Vane